: : Día de la Mujer, nada que celebrar: :

¡Hoy no hay nada que celebrar!, el mercantilismo industrial nuevamente ha prostituido la lucha y los ideales revolucionarios hasta reducirlos en menoscabados productos del mercado. Hoy se cumplen ya 100 años desde que Clara Zetkin proclamara el 8 de Marzo de 1910 un Día Internacional de las Mujeres como lucha por la igualdad de género y protesta contra la opresión febril, fue exactamente hace cien años cuando se realizaba la II Conferencia Internacional Socialista de Mujeres en Dinamarca y se enmarcaba el dolor y el peso de la opresión que estaban sufriendo doblemente millones de mujeres, por un lado el consolidado machismo, patriarcado y falocentrismo enmarcado en la cultura de una sociedad aberrante y discriminatoria, y por otro lado la opresión estatal representada por las condiciones de vida y trabajo en contra de toda lógica, una explotación que sigue teniendo repercusiones hasta la actualidad.

Es una lucha que ha empezado pero ciertamente no ha terminado, una lucha que sigue en pie, un espíritu revolucionario que jamás dejará de crecer, aunque trate de ser reducido y olvidado entre discursos de “ternura y femineidad”, una lucha que nunca se dejará opacar por más rosas y chocolates que intenten comprarla y un espíritu maternal que jamás dejará de brillas por más frialdad e individualismo paternal.

El mercado y el sistema quiere que perdonemos y olvidemos la masacre, la opresión y la injusticia, quiere que ignoremos las cadenas que nos privan de la libertad, pues bien, no les daremos gusto, jamás olvidaremos aquellas mujeres que enmarcaron la historia y que partieron la mentalidad de un género hasta convertirla en un grito de lucha que debe ser promulgado y recreado en la actualidad. Millones de mujeres perdieron sus vidas junto a obreros varones y niños y niñas en las industrias de Inglaterra y Francia a finales del siglo XIX, pero tambien miles y miles de libertarias fueron las que salieron a las calles con “nodrizas” en las orejas y botas de caucho bajos los vestidos, para marchar, para luchar contra las maquiladoras, y las empresas de textiles, que junto a su libertad les habían arrebatados sus hijxs, sus brazos y sus hermanxs, ahora éstas revolucionarias salían a las calles con pancartas fucsias y negras, levantando en alto el puño de la inconformidad y exigiendo no solo mejores condiciones laborales sino la abolición al imperialismo, a la globalización económica y al patriarcado dominante.

La lucha aún no termina y las libertarias están conscientes de ello, en un pasado lucharon por el derecho al voto, contra la explotación infantil y contra el imperialismo laboral y patriarcal; mientras que hoy mujeres y varones feministas, anarcofeministas, y ecofeministas exigimos más que reformas y leyes, la libertad total la equidad de género, especie, raza, edad o condición social, salimos a luchar en contra de un sistema sexista y especista que se mantiene en absurdos conceptos jerárquicos de relevancia moral y de sumisión de lxs explotadxs

Hoy 8 de Marzo, como otro 1 de Mayo u otra temporada taurina salieron a marchar lxs inconformes, lxs que aún tienen algo que decir y por lo pronto no esperan acallar sus voces, no salieron a marchar las que se conforman con unos chocolates que pronto se derretirán y pudrirán ni las que se alegran con una flor que consecuentemente se marchará, salieron a luchar las que creen que el regalo más preciado no se compra, pues ha sido arrebatado, la libertad y la igualdad, perdida hace más de 500 años por la dominación del patriarcado europeo y un sistema cultural basado en la explotación.

Hoy es otro Día de la Mujer, en donde rechazamos el mercantilismo, y eliminamos la supuesta felicidad comprada, hoy arrebatamos de las manos del sistema la libertad que tanto varones como mujeres hemos perdido a costa de la sumisión capitalista, hoy escupimos en sus criterios distorsionados de femineidad y rechazamos el modelo de mujer tradicional, de la ama de casa sumisa a su marido, de la doble jornada laboral y de cuidado de lxs hijxs, rechazamos las barbies, el rosado y todo rastro de cultura machista y prototipos distorsionados. Exaltamos la femineidad revolucionaria integral y constructiva, exaltamos s Safo, a Emma Goldman a Simone Beauvoir y Policarpa Salavarrieta, y a tantas otras mujeres que consolidaron la lucha por su propio camino y visión sin perder su identidad y convertirse en herejes a su género, en las actuales pseudo-mujeres capitalistas, machistas, autoritarias, que renunciaron a su genero para integrarse al sistema autoritario y mercantilista.

Hoy es otro día donde aún escuchamos los horrores del patriarcado, de mujeres golpeadas y asesinadas por sus esposos, padres y hermanos, un día donde cientos de niñas aún son castradas por tradiciones machistas, un día donde incluso en las luchas supuestamente libertarias aún se denigra al gay, a la lesbiana, al travestido, al transgenerista o al intersexuadx por estereotipos dogmáticos y discriminatorios de mujer y hombre. Abolimos toda imposición social y rechazamos todo rol impuesto.

Hoy es otro día de lucha, otro día de opresión y especialmente otro día de dolor, en donde conmemoramos las luchas libertarias, lloramos la muerte y privación de libertad de las mujeres humanas y no humanas, de las prisioneras como presxs políticxs y las esclavas de un sistema especista que considera a millones de madres como productos del mercado, lloramos la muerte y hurto de los millones de huevos, pollos, y crías de vacas, cerdos, peces, perros, gatos y cuantos otros recién nacidos arrebatados del calor de sus madres para ser asesinados y/o vendidos al mejor postor. Sentimos el dolor de vacas lecheras, de cabras y de tantas otras que son consideradas como propiedades, y finalmente nos empapamos del dolor y las lagrimas de la Pachamama que grita libertad y fraternidad, mientras sus hijos son asesinados, sus bosques talados y su dignidad violada.

Hoy es otro 8 de Marzo, en donde se exige la igualdad de condiciones y derechos, pero tambien el día en que se pretende tumbar el machismo, tanto de varones como de mujeres, el día en que se reconocen las diferencias y se exalta la femineidad más que los criterios de mujer y hombre, la femineidad que da origen a la fraternidad, al amor, y también a la inconformidad, a las emociones más poderosas en contra de la pura racionalidad fría y dominante, hoy es el día de la mujer y también el principio de la revolución, ya está encendida la llama, solo falta avivarla.